Biografía
Nací en Buenos Aires en 1959. Fui a una escuela primaria antroposófica. En mi casa había un limonero, un durazno de jardín y hortensias, se escuchaba música y se leía. Mis dos abuelos tocaban el violín de modo autodidacta. Siempre me traté con homeopatía y tengo una hipersensibilidad a sus remedios, percibo como me escanean el cerebro y el cuerpo. Comencé la carrera de Filosofía en la UBA, que nunca terminé, dictadura mediante. Dediqué muy seriamente muchos años al teatro y unos pocos, ríspidos, por amor, a la música. En esa época trabajé con Viviana Tellas, Rubén Szuchmacher, Augusto Fernándes, Fernando Piernas, Rosario Bléfari, Sebastián Outeda, Diego Posadas (con ellos dos formamos Respondiendo al Sonido Mundial) y actué en el Parakultural, Cemento, Instituto Goethe y Teatro San Martin, entre otros. Desfilé para Sergio de Loof en la Fundación Banco Patricios y en el programa de Susana Giménez con un vestido de papel de revistas. Canté un jingle de navidad de Georgalos compuesto por Daniel Melero.
Estos tránsitos fueron muy importantes y formativos, sin embargo, hasta mi encuentro solitario y autodidacta con la pintura en 1996, me consideraba una artista sin obra o más bien hacía de mí misma una obra.
En 1999/2000 hice análisis de obra con Tulio de Sagastizábal.
En 2001 comencé a exponer. Desde entonces participé de numerosas muestras colectivas y algunas individuales. Principales exposiciones individuales: 2007 - Temporal Zavaleta Lab Arte Contemporáneo, Buenos Aires, Argentina / 2006 - Concentrada Casa Triángulo, San Pablo, Brasil. Principales exposiciones colectivas: 2009 - La Espiral de Moebius, MAM-Museo de Arte Moderno de Sao Paulo, Brasil / 2008 - Blanco, Centro Cultural Borges / 2007 - Geometrías, Zavaleta Lab Arte Contemporáneo / Motivos personales, Macro - Museo de Arte Contemporáneo de Rosario. / 2006 - Pintura Subyacente, Centro Cultural de España en Buenos Aires / 2003 - Et toutes elles réinventent le monde, Le 19 Centre Regional d'Art Contemporain, Montbeliard, Francia.
Desde 2001 soy docente de arte digital en el Posgrado de la FADU/UBA y desde 2004 doy clases en mi taller.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Las cosas empiezan con una palabra. O con una oración.
Temporal.
Pierdo el tiempo.
Menos cosas más tiempo.
Palabras que producen una veloz oscilación entre ambos hemisferios cerebrales. Palabras como flechas a la intersección. Polisémicas. Palabras como esculturas mentales.
En estado de confianza y sin ninguna necesidad de recordarlas, pinto.
Por la mañana pongo música. Obsesivamente, durante algún tiempo, escucho el mismo disco o el mismo track. Temporada de Sufjan Stevens, temporada de Hot Chip, de Kings of Convenience, de Badly Drawn Boy, de Rufus Wainwright, de Plastikman y así. Por la tarde escucho radio. Al atardecer escucho pasar el tintineo de los cascabeles sobre el cloc cloc de los caballos de los mateos que vuelven a casa.
Coloco las telas sobre las paredes/panel de mi taller. Mi taller es hermoso y muy pequeño, de modo que no tengo perspectiva cuando hago obras grandes y las miro desde la puerta, escorzadas. Estoy rodeada de mis cosas y tengo mucha luz natural. Trabajo en varias telas simultáneamente. Suelo trazar una grilla-esqueleto en lápiz sobre la tela siguiendo una matemática personal.
Defino una cualidad: ácida, chirriante, amable, arbitraria, desconocida.
Armo una primera paleta que toma un sector de la tela.
Olvido todos los puntos de partida y pinto.
En la mayoría de los casos, no puedo recordar cómo hice lo que hice y no puedo repetirlo.
Soy una máquina.
Convencida de que el cuerpo del óleo contiene resumida toda la información de la historia de la pintura a veces actúo como un espectrógrafo que nos da a conocer la composición de una estrella por el dibujo de los intervalos de luz. Tomo un pequeño fragmento de un cuadro propio o ajeno, identifico cada color de ese fragmento como una unidad de sentido y desarrollo esos colores, extrapolados, como una escritura de bandas cromáticas sobre la tela. Trabajo capa sobre capa para luego raspar las capas por medio de incisiones, que aparecen como hilos de luz.
A veces extremo la idea de la superposición de imágenes y la dificultad de capturarlas por exceso de información. Me pregunto sobre el modo en que los medios electrónicos modifican nuestro modo de ver y hacer pintura.
Exploro las fallas de la máquina. Mi computadora suele colgarse y hago fotos del monitor tildado. Me gustan las nuevas tecnologías y me gustan mucho sus fallas.
Me comporto como una computadora que pixela, desplaza, fragmenta y desenfoca la imagen plasmada en el cuadro.
No boceto en la computadora, eso que ves, está en mi cabeza.
Recombino los átomos de mis obras en cruces y encuentros temporarios, provisorios, haciendo aparecer formas y estructuras que permanecieron ocultas, señalando múltiples caminos, del mismo modo que la palabra Temporal lo hace.
Siempre construí las imágenes de modo ortogonal: la misma materia (01010) de la que están hechas las imágenes digitales, por la sumatoria de ángulos rectos y no por la sumatoria de puntos, como la antigua fotografía. Esta cualidad me hace pensar que esa diferencia, produce un efecto sustancialmente distinto ya que entre los puntos necesariamente hay vacío y entre los cuadrados no.
Sin embargo, este año sin querer y sin poder recordar el origen de la pulsión (supongo que por la madre de todas las cosas, necesidad) me encontré haciendo curvas en mi trabajo. Lejos de convertirse en un aspecto sensual de la obra, estas pequeñas pinturas, Pierdo el tiempo, se ajustan a un rigor matemático y me dejan pocas opciones. Son como fórmulas mágicas o matemáticas para pensar el tiempo,
Una vez más, construyo leyes cuya obediencia me permite obrar y al mismo tiempo me encierran. Hasta definir la próxima ley.
Pienso en la fricción entre la aceleración del mundo y la morosidad de la producción pictórica, el aplanamiento de la historia y su disponibilidad, el cambio del discurrir narrativo a la percepción horizontal de la temporalidad. La disparatada aceleración a la que es sometida nuestra percepción visual.
Pienso de qué modo la pintura, su producción, pero también su percepción y observación, produce una cuña temporal, una ampliación de la percepción del tiempo y por lo tanto un aumento de su disponibilidad.
“El tiempo nos contempla. El tiempo es horizontal, como una tela que se pliega y repliega, y es como el agua, que se escurre más veloz cerca del vacío.
El tiempo en la pintura nos contempla y pintar es hacer simultáneos todos los presentes.
Y pintar es un caracol.
Pierdo el tiempo…”
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
A veces, veo mis cuadros como una canción de My bloody Valentine o de Mike Ink. Una canción familiar que se escucha en la lejanía, tapada por texturas de ruidos.
Como imágenes satelitales interferidas por la chatarra espacial.
Monitores de computadoras fallando, el espacio aplanado e interferido, ruido visual, en formato convencional de un cuadro al óleo.
La historia no lineal concentrada, todos los presentes simultáneos.
Un koan visual.
Y de todas las formas.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Mis intereses son cruzados y aprogramáticos, van desde Bruegel a Debussy o Taisen Deshimaru; de Neo Rauch al krautrock; de Roberto Aizenberg a David Bohm o Arturo Herrera. De Stanley Kubrick a Virginia Woolf o Sufjan Stevens; de Alexander McQueen a John Berger; de la arquitectura Bauhaus a Leonardo Da Vinci o My bloody Valentine; de Rupert Sheldrake a Simone Weil, pasando por una larga lista…
Superpongo todas las tradiciones, y las prácticas sin tradición.
No veo de modo lineal.
Veo las cosas como una holografía.
La historia del arte como tierra plana sobre la que dar un lindo paseo.
Un tejido de música, pintura, palabras…
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Son muchas y muchos, pero tienen en común que me hicieron pensar que es posible.
Y me dieron ganas de ir corriendo a trabajar.